Nos adentramos en la sierra profunda hacia el nacimiento del río Mundo.
Emprendemos a pie un sendero que nos introduce en una selva de espesura, humedad y frescor. El riachuelo del Mundo se despeña a cada momento y avanzamos por este camino con pendientes y escalones para ascender en dirección a la cascada principal. Nos desviamos de la senda para contemplar el excepcional fenómeno de la cascada.
Los Chorros es una cavidad compuesta por una red de galerías y lagos subterráneos. En un momento determinado aumenta bruscamente el nivel del agua y ésta brota en una cascada que desborda todo.
La cara de la roca que diseña el medio círculo de las paredes de la cueva de los Chorros se camufla entre la vegetación. En esta hoya se entremezclan los arbustos y matorrales.
En algunos parajes se nos priva de la visión del cielo.
A medida que ascendemos hacía la cascada principal la vegetación se va clareando y los árboles se achaparran hasta llegar a la cima del calar. Al contrario que el valle abajo, donde la vegetación alcanza su mayor plenitud.
Este paraje es una reserva botánica de primer orden y ello por la peculiar orografía de la zona.
Nos maravillamos de este gran espectáculo de agua y naturaleza, y llenos de estos bonitos paisajes, regresamos a casa.
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